martes, 30 de agosto de 2011

La Economía Doméstica

La economía doméstica es el conjunto de medidas de orden y administración de la casa.
Esta administración tiene por objeto, el cuidado de las personas que componen el núcleo familiar, la pertenencia de los bienes patrimoniales y la correcta distribución de los ingresos. Cuando decimos cuidados de las personas, nos referimos a la satisfacción de sus necesidades materiales, atendiendo aspectos fundamentales de su desarrollo, como alimentación sana, vestidos prácticos, habitaciones agradables y asistencia a los enfermos.
Con todo esto podemos afirmar que la economía doméstica es una técnica, necesitada de un aprendizaje que proporcione la experiencia necesaria a toda buena administración.


¿QUÉ GASTOS DEBEMOS ATENDER?
Ejercicio.
Si ustedes disponen de un sueldo diario, semanal o mensual, ¿Qué gastos son imprescindibles cubrir?


Exposición de los gastos que debemos atender.
Hay tres tipos de gastos: Los fijos; variables y el extraordinario.

  • Gastos fijos: Son aquellos que son invariables y comprenden: el alquiler de la vivienda- o pagarés, por su compra -, la alimentación, los recibos de la luz, el teléfono, el gas...
  • Gastos variables: Son los que tienen periodos fijos de desembolso, pero que por ser más o menos habituales pueden preverse. Como la ropa, el calzado, las reparaciones, etc.
  • Gastos extraordinarios: Son aquellos que pueden o no presentarse y por tanto, no es posible contar con ellos. Un ejemplo de estos: Un viaje inesperado, un tratamiento médico, un accidente o una enfermedad.
La renta familiar debe repartirse atendiendo en primer lugar a los gastos fijos, a los que se asignará una cantidad asimismo fija. Después, a los variables, destinándoles una parte razonable dictada por la lógica y la experiencia. El resto formará una especie de “ caja de compensación” para situaciones imprevisibles que, de no producirse, pasará a incrementar el ahorro.


REGLAS DE LA BUENA ECONOMÍA DOMÉSTICA.

  • Gastar siempre menos de lo que se tiene, aunque no menos de lo necesario.
  • Saber comprar o, lo que es igual, comprar bien; pero esto no significa comprar barato, sino comprar cuando los precios nos convienen.
  • Desconfiar de las gangas y de los artículos rebajados, pues suelen ser de calidad inferior y ponen en peligro nuestra salud, si se trata de alimentos.
  • Comprar barato significa casi siempre comprar dos veces, la primera de ellas tal vez cegados por la publicidad.
  • No comprar algo “Por si un día se necesita”, sino cuando realmente es necesario.
  • Huir del reclamo de los saldos orientado a fomentar la adquisición de productos prescindibles.
  • No comprar al por mayor si no se tiene experiencia en ello o capacidad de almacenamiento, en el caso de los alimentos.
  • No hacer gastos anticipados sobre posibles ingresos o futuras ganancias.
  • Anotar cuidadosamente todos los gastos diarios, sin olvidar los “Pequeños detalles”.
  • Atender las averías y desperfectos graves de forma inmediata: los arreglos aplazados no hacen sino incrementar el gasto de un principio.
Hacer obligatoriamente el presupuesto mensual, separando en primer lugar la cantidad para los gastos fijos, que bajo ningún concepto deben emplearse en otra cosa.


TRUCOS PARA AHORRAR EN TODO.

  • Ahorro en los productos de temporada.
Los productos de consumo llamados de temporada deben ocupar nuestra atención permanentemente.

Además de hallarse en su momento de calidad óptima, pues están en sazón, ofrecen al comprador los precios más ventajosos, dado su posible deterioro. Pensemos, por ejemplo, en las frutas y verduras de primavera y verano, cuya venta y consumo no pueden detenerse.
Así, lo que no es aconsejable con las novedades de los productos no perecederos, sí lo es con los que es preciso consumir antes que se estropeen.

Trucos para ahorrar en productos higiénicos.
  • Los labios cortados y resecos se hidratan aplicando una rodaja de aguacate, fruta ésta de alto contenido nutritivo. Para las grietas no hay nada mejor que untar los labios con miel.
  • Si se frota dientes y encías con una porción de la manzana, embelleceremos los primeros y fortaleceremos las segundas.
  • Los reguladores de las funciones digestivas, también llamados depurativos, tienen un serio competidor en eficacia y precio: el caldo de verduras, que se obtiene de la cocción de éstas. Un vaso en ayunas da excelentes resultados. Además, suaviza la piel.
  • Mascarillas para el cutis hay muchas, tantas como tipos de piel. Para un cutis seco nada hay mejor y más socorrido que una aplicación de mahonesa casera; eso sí, hecha con yema de huevo y aceite de oliva solamente, aplicándola no más de 20 minutos.
  • Las cremas anti-arrugas: Batir una yema de huevo y mezclar con la pulpa de media manzana, aplicando al rostro 20 minutos.
Trucos para ahorrar en productos medicinales.
  • No todos los estómagos toleran antiácidos convencionales, sobre todo en combinación con otros fármacos. El ardor de estómago desaparece tomando una cucharada de azúcar con unas gotas de limón.
  • Controlar los gases que provoca la ingestión de ciertos alimentos tiene una solución más sana, sencilla y eficaz que los controvertidos absorbentes: basta con chupar un grano de café entero después de una comida abundante.
  • ¿Grageas contra el mareo? No hay como el zumo de limón para evitarlo. A veces es suficiente oler uno de esos cítricos para recuperar la normalidad.
  • Para remediar las molestias ocasionadas por el dolor de cabeza, existe una solución económica y directa: Mascar una ramita de perejil.
Trucos para ahorrar en productos de limpieza.
  • Para las manchas de las mamparas del cuarto de baño también hay un eficaz recurso casero. Si son de cristal, limpiarlas con alcohol de quemar, y sin son de plástico, utilizar pasta dentífrica. Por cierto, con esta misma pasta se limpia el calzado de lona, utilizando para ello un cepillo y un poco de agua.
  • Para las juntas de baldosas y azulejos existe un blanqueador super-económico: basta con impregnarlas con yeso blanco diluido en agua. Una vez bien secas, se frotan con un paño y quedarán impecables.
  • Además de atender las sugerencias de los ecologistas, ahorraremos en lejías corrosivas y contaminantes si en lugar de éstas emplearnos un refresco de “cola” -todos conocemos las marcas más populares- para eliminar esas feas manchas del inodoro. Que sea sin gas, por favor.
  • El talco tiene una utilidad singular para devolver el brillo al fregadero metálico, que suele presentar a veces manchas oscuras poco menos que inexplicables. Espolvoreando una buena cantidad y frotando con un paño suave después, el brillo original terminará por reaparecer.
Trucos para ahorrar en alimentación.
  • Tener en casa una variedad de embutidos no sólo es práctico y conveniente, tanto por economía como por comodidad. El problema es su perfecta conservación, pues al aire se reseca y en el frigorífico se endurecen, dando al traste con nuestro afán ahorrativo.
  • Si a la hora de preparar una limonada vemos que no tenemos suficientes limones para un determinado número de invitados, no hay por qué perder los nervios. Multiplicaremos el zumo interior de los limones sumergiéndolos en agua muy caliente durante unos veinte minutos. Los limones en el horno durante un par de minutos de encendido.
  • Aunque parezca obvio, hay muchas personas que por olvido o precipitación no tienen en cuenta una norma fundamental de ahorro y conservación en la compra de productos congelados: éstos deben ser los últimos en la cesta de la compra, de forma que no pierdan calidad y estado antes de una hora, tiempo en que habremos de depositarlos en nuestro congelador. El ahorro en la compra puede perderse en el transporte.
Si en el momento de hacer una ensalada vemos
  • que nos faltan algunos de sus componentes fundamentales -lechuga, tomate, pimiento verde...-, no hay que alarmarse si tenemos a mano distintas frutas. Con ellas, una vez peladas, limpias y troceadas en su justa medida, se confeccionan deliciosas ensaladas de frutas para acompañar carnes y pescados.

  • Ahorro de luz y agua.
  • Ahorro de luz.
Mantener la misma precaución con las luces, iluminando únicamente la habitación que ocupemos.

Vídeos, cadenas musicales, televisores, receptores de radio, ordenadores...Todo este ejército de aparatos necesita vigilancia.

Si es necesario un punto de luz permanente, busquemos bombillas de bajo consumo y poco vatios. Las hay incluso de vivos colores.

  • Ahorro de agua.
Los grifos del agua deben cerrar herméticamente, evitando tenerlos abiertos mientras nos aseamos.

Apliquemos esta medida al fregadero y al inodoro, en cuya cisterna podemos poner una botella llena de agua o de arena.

¡!!Espera pronto más consejos en tu Comunidad Asobursatil!!!!!